¿EMOCIONARSE? ¿APRENDIENDO? ¡Qué barbaridad!

Creo que todos conocemos muy bien el sistema educativo basado en la típica clase magistral, en la que los alumnos nos encontramos como receptores pasivos, como auténticos seres inmóviles y en la que si encima hablas y no te dedicas exclusivamente a escuchar, a pesar de que la mayoría de las veces no es escuchar, es oír, y copiar, te la cargas. Desde la experiencia, puedo decir que estas clases muy poco ayudan al aprendizaje de los alumnos y  este artículo que hoy os traigo demuestra a través de un experimento que “El cerebro necesita emocionarse para aprender”, aclara José Ramón Gamo. Este neuropsicólogo infantil también afirma que las clases magistrales son realmente ineficaces para que los alumnos aprendamos, además de hacer que no estemos motivados y nos aburramos. Chema Lázaro, maestro de educación primaria y creador del blog Pizarras abiertas, muestra la misma opinión que Gamo, ya que su metodología no se basa en las clases magistrales, insuficientes para la época en la que nos encontramos, sino que busca en primer lugar la motivación de los alumnos, a continuación consigue su atención y por último, la memorización de éstos. 

¿Por qué no probar metodologías nuevas? ¿Por qué no atrevernos con las TIC? ¿Por qué no dejar atrás el aburrir a los alumnos? En definitiva... avancemos y olvidemos las clases magistrales. 
¡Hagamos que los alumnos se APASIONEN Y EMOCIONEN APRENDIENDO!